Hace cuatro años, una médica acostumbrada a sanar desde la empatía decidió dar un paso que cambiaría la historia reciente de su municipio. La doctora María Elena Solana Calzada, conocida con afecto como “la doctora Remedios”, aceptó el reto de encabezar el gobierno de San Andrés Tuxtla, un municipio que por décadas fue dominado por inercias políticas y por una estructura que poco escuchaba a su gente.
Lo que comenzó como una candidatura con reservas, se transformó en una victoria contundente y, con el paso del tiempo, en una administración que demostró que gobernar con sensibilidad también puede ser sinónimo de eficacia.
De la bata blanca al cargo público
Antes de llegar a la presidencia municipal, Solana Calzada era reconocida por su labor médica, su trato humano y la herencia de su madre, la recordada doctora Remedios, símbolo de servicio y cariño hacia la comunidad. Esa raíz familiar, marcada por el trabajo y la cercanía con la gente, fue el cimiento sobre el cual construyó una nueva forma de gobernar.
Su administración enfrentó resistencias y retos políticos, pero logró consolidar una gestión transparente, cercana y comprometida. Desde el primer día, la alcaldesa defendió los recursos del pueblo frente a intereses externos, apostando por la legalidad y la rendición de cuentas.
Una nueva etapa para San Andrés Tuxtla
Durante estos cuatro años, el municipio experimentó un crecimiento palpable. Se rehabilitaron caminos rurales que hoy comunican a más de quinientas comunidades, facilitando la salida de productos del campo, la ganadería y la industria tabacalera. A la par, se modernizó la infraestructura urbana, se fortaleció la imagen turística y se impulsaron proyectos sociales en beneficio directo de las familias.
San Andrés Tuxtla comenzó a recuperar su vocación productiva y su orgullo local. Las comunidades más alejadas, por años olvidadas, fueron integradas a una red de atención y desarrollo. La transformación se nota en los caminos, en las calles iluminadas, y también en el ánimo de su gente.
El legado y la familia detrás del liderazgo
A unos meses de concluir su gestión, la doctora María Elena Solana Calzada deja un municipio en marcha, con obras visibles y resultados medibles, pero también con algo más valioso: el respeto y el cariño de su pueblo.
En el plano personal, reconoce que nada de esto habría sido posible sin el apoyo de sus hijos Felipe y Ricardo, a quienes considera sus baluartes de fortaleza. Ellos, junto con sus nueras y nietos, le han dado el impulso necesario para sostener la responsabilidad del cargo y continuar adelante en los momentos más complejos.
“Mi familia ha sido mi sostén, mi inspiración y mi orgullo. Cada paso que di como presidenta, lo di pensando en el bienestar de las familias sanandrescanas, igual que pienso en la mía”, ha expresado en distintas ocasiones la alcaldesa.
El cierre de un ciclo y la huella de una mujer
Con el respaldo de la gobernadora Rocío Nahle y en sintonía con la visión de la presidenta Claudia Sheinbaum, San Andrés Tuxtla se integra a una nueva etapa de gobierno encabezada por mujeres que están dejando huella en Veracruz y en México.
Hoy, la doctora Remedios se despide del cargo con la satisfacción del deber cumplido. Deja tras de sí un municipio transformado, una administración transparente y una comunidad que reconoce en su gestión el valor de la constancia, la empatía y el trabajo firme.
En palabras de sus propios colaboradores, “deja una vara muy alta, difícil de igualar”. Pero, más allá de la política, deja también una enseñanza: que gobernar desde el corazón no es debilidad, sino la más firme demostración de fortaleza.
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