El papa León XIV modificó este viernes una ley del Vaticano para resolver un problema técnico surgido tras el nombramiento de la hermana Raffaella Petrini como presidenta de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano , la primera mujer en ocupar ese cargo en la historia de la Iglesia.

La enmienda , introducida en la ley de 2023, elimina la referencia que establecía que el presidente de la Gobernación debía ser un cardenal , lo que impedía formalmente que Petrini ejerciera plenamente sus funciones. El cambio se consolida así el precedente iniciado por el papa Francisco , quien en marzo había designado a Petrini, una monja italiana de 56 años, al frente del gobierno administrativo del Estado vaticano.

El nombramiento, considerado un paso histórico hacia la inclusión de mujeres en puestos de decisión , generó desde un principio complicaciones legales debido a que todos los anteriores titulares del cargo habían sido cardenales. Como consecuencia, Petrini no fue invitada a participar en las reuniones reservadas a cardenales que antecedieron al cónclave de mayo , en las que habitualmente se presentaba el informe económico del Vaticano.

Con la modificación legal, León XIV dejó claro que esta decisión no es un caso aislado , sino parte de un esfuerzo por fortalecer la “ responsabilidad compartida en la gobernanza de la Iglesia ”. En su declaración, el pontífice subrayó que la administración del Estado de la Ciudad del Vaticano “es una forma de servicio y de comunión que debe adaptarse a las crecientes necesidades de gestión y transparencia”.

La hermana Raffaella Petrini dirige ahora una oficina clave dentro del aparato vaticano, responsable de las principales fuentes de ingresos de la Santa Sede —como los Museos Vaticanos— , además de supervisar la infraestructura, las telecomunicaciones y los servicios médicos del pequeño Estado. La Comisión Pontificia , bajo su mando, aprueba las leyes, presupuestos y cuentas anuales del territorio.

Aunque la Iglesia Católica mantiene el sacerdocio reservado exclusivamente a los hombres , el gesto de León XIV consolida el camino iniciado por Francisco para otorgar a las mujeres mayor participación en la dirección institucional del Vaticano, sin alterar la estructura clerical tradicional.