Autoridades de Argentina investigan un incidente ocurrido en la Escuela Secundaria N°18, el cual terminó con docentes heridos y daños significativos en el área del comedor escolar. El hecho ocurrió el viernes en la localidad de Pablo Nogués, luego de que dos alumnas protagonizaran una pelea en las inmediaciones del colegio.

Según los primeros reportes, el enfrentamiento entre las estudiantes fue controlado rápidamente por los docentes, quienes intervinieron para separar a las menores. Sin embargo, una vez finalizado el conflicto, familiares de una de las adolescentes acudieron al colegio para solicitar una reunión con el director. Al no obtener respuesta por parte de las autoridades, decidieron ingresar al predio por el comedor de la escuela primaria, un espacio compartido por los tres niveles educativos.

La irrupción coincidió con el momento en que personal auxiliar preparaba la comida para los alumnos. Bajo ese contexto, los agresores tomaron ollas con agua hirviendo y las arrojaron sobre los docentes presentes, lo que generó lesiones y caos dentro de las instalaciones. Posteriormente, comenzaron a golpear mobiliario y destruir parte del comedor.

Como resultado, el portón que divide los diferentes niveles educativos quedó destruido, al igual que mesas, recipientes y elementos utilizados para el servicio alimentario. Bebidas, vajilla y utensilios terminaron esparcidos por el suelo. Las imágenes posteriores mostraron el impacto del ataque: un espacio completamente desordenado y vandalizado.

Familia niega haber atacado a los docentes

Tras el violento episodio, familiares de una de las alumnas involucradas dieron su versión a la prensa. Belén, madre de una de las jóvenes, aseguró que no estuvo presente durante los hechos y negó que sus familiares hubieran participado en los destrozos. Explicó que su única intención era retirar a su hija, quien habría resultado golpeada durante la pelea inicial.

La mujer señaló que su familia tocó el timbre sin obtener respuesta y que, ante la falta de comunicación, comenzaron a insistir para ingresar porque la menor no aparecía. Informó que la adolescente tuvo que ser trasladada al hospital, donde se detectó un traumatismo de cráneo.

Por su parte, Marcela, abuela de la joven, sostuvo que ingresó únicamente para buscar a su nieta y afirmó que no participó en la destrucción del lugar. Indicó que una de sus hijas fue detenida y posteriormente liberada, acusada de iniciar los destrozos. “Si hay cámaras, que revisen si rompí algo”, expresó.

De acuerdo con fuentes educativas, la familia señalada ya había protagonizado incidentes previos vinculados a la misma alumna, lo que refuerza la preocupación del personal docente y directivo. La institución realizó una denuncia en la comisaría local, mientras que una de las familiares presentes durante el ataque fue demorada y luego puesta en libertad.

Autoridades investigan los hechos

Este lunes, las clases comenzaron más tarde debido a una reunión entre los directivos del complejo educativo y autoridades del área de Educación de la provincia. En ese encuentro se discutieron medidas de resguardo y posibles mecanismos para prevenir situaciones similares.

Los docentes, por su parte, expresaron temor ante la escalada de violencia. Señalaron que el ingreso forzado y el ataque con agua hirviendo representan un hecho sin precedentes en la institución y manifestaron su inquietud por la seguridad del personal y de los estudiantes.

El caso continúa bajo investigación policial para determinar responsabilidades, revisar las cámaras de seguridad y establecer con precisión cómo se produjo el ingreso de los familiares a un sector que debería estar restringido durante el horario escolar.