Viajar o no viajar: esa parece ser la pregunta que hoy acompaña a la presidenta Claudia Sheinbaum frente a un escenario global. Todo comenzó con una frase sencilla pero cargada de incertidumbre: aún no decide si asistirá al sorteo del Mundial, el evento que marcará el rumbo de la próxima gran fiesta del futbol internacional. Y con esa sola declaración, la expectativa se desató.

Sheinbaum mantiene en suspenso su decisión sobre el sorteo del Mundial

Mientras en Washington ya se afinan detalles para recibir a jefes de Estado, embajadores y figuras deportivas, un nombre falta en la lista confirmada: el de la mandataria mexicana. A diferencia del presidente estadounidense Donald Trump —quien ya anunció su participación en la ceremonia— Sheinbaum aseguró que todavía analiza si viajará a la capital estadounidense para el sorteo del Mundial, previsto para este viernes.

La escena política y deportiva se mezcla con naturalidad: un evento de esta magnitud no solo define grupos y encuentros, sino también envía mensajes diplomáticos. En el caso de México, cuya sede será crucial en el torneo, la presencia presidencial podría interpretarse como un posicionamiento global.

Pero Sheinbaum, cauta como acostumbra, no cierra puertas ni abre certezas.

Un boleto con destino especial: la niña que asistirá al partido inaugural

Entre las decisiones que sí están tomadas aparece una que ha conmovido a la opinión pública. La presidenta anunció que donará su boleto para el juego inaugural del Mundial, que se disputará en el Estadio Azteca, a una niña mexicana interesada en el futbol.

La historia comenzó como un comentario, pero rápidamente se volvió un gesto simbólico: un reconocimiento a la niñez, al deporte femenino y al poderoso vínculo entre el futbol y la esperanza colectiva. En un país donde miles de niñas sueñan con canchas profesionales, academias y ligas fortalecidas, el gesto tiene un eco especial.

Sin embargo, aún no se sabe si ese partido inaugural contará con la presencia simultánea de figuras como Donald Trump y Mark Carney, primer ministro de Canadá. Sheinbaum fue clara: falta demasiada información para confirmarlo y, de ser así, tendrían que definirse los protocolos correspondientes de recepción para ambos jefes de Estado.

En medio del ruido mediático del sorteo del Mundial, surgió otra pregunta inevitable: ¿vendrá el Papa León XIV a la inauguración?
La respuesta de Sheinbaum fue prudente, pero reveladora: no hay nada oficial. Sin embargo, sí confirmó que el Vaticano ha recibido una invitación formal. Cuando León XIV asumió el papado, la secretaria de Gobernación Rosa Icela Rodríguez le entregó una carta invitándolo a visitar México.

Hoy, esa posibilidad se analiza con el Nuncio Apostólico, Josep Spiteri, con quien el gobierno mexicano busca reunirse para evaluar la logística y viabilidad de una posible visita papal. Sería un evento histórico que añadiría otra capa simbólica al Mundial.

Narrativa política en medio del furor deportivo

El sorteo del Mundial se ha convertido, indirectamente, en un escenario donde convergen política internacional, diplomacia religiosa, decisiones presidenciales y gestos sociales. Y en el centro de todo, la figura de Sheinbaum, que debe decidir no solo si viaja a Washington, sino también qué papel desea proyectar México ante el mundo en este momento clave.

Mientras tanto, la expectativa crece. Los aficionados aguardan el sorteo para conocer el destino de sus selecciones; la prensa especula sobre los asistentes de alto nivel; y miles de niñas aficionadas sueñan con ser la elegida para recibir ese valioso boleto inaugural.

Una historia que sigue en desarrollo

El país espera la decisión final de Sheinbaum sobre el sorteo del Mundial, una decisión que, aunque puede parecer simple, encierra un enorme contenido simbólico: la presencia de México en el escenario internacional, el impulso al deporte, la diplomacia con sus socios norteamericanos y hasta una posible visita papal.

Sea cual sea el desenlace, el sorteo del Mundial ya quedó marcado como un punto de tensión narrativa donde política y deporte vuelven a encontrarse.