Ernestina Godoy es elegida como fiscal general de la República por el Senado, este miércoles 3 de diciembre.
Con 97 votos a favor, 19 en contra y 11 nulos, Ernestina Godoy fue elegida como titular de la Fiscalía General de la República (FGR).
La funcionaria tomó protesta ante el Senado y prometió que no habrá impunidad, ni siquiera a favor de funcionarios.
“No vamos a fabricar culpables pero tampoco habrá impunidad, vamos a avanzar en el fortalecimiento integral de los protocolos de actuación que nos asegure cero tolerancias a la tortura y tratos crueles. Se investigará y sancionará con la misma severidad a cualquier servidor que incurra en violaciones de derechos humanos, pues la Fiscalía no puede ser fuente de ilegalidad», señaló Ernestina Godoy en su discurso de toma de posesión.
Fueron 43 perfiles que se postularon para dirigir la Fiscalía General de la República (FGR), pero esta mañana de miércoles 3 de diciembre la presidenta Claudia Sheinbaum envió su terna con las postulantes Ernestina Godoy Ramos, Maribel Bojorges Beltrán, y Luz María Zarza Delgado.
Quién es Ernestina Godoy, nueva fiscal general de la República
Ernestina Godoy, abogada egresada de la UNAM, inició su vida profesional en el activismo ciudadano. Participó en la fundación de organizaciones como la Asociación Nacional de Abogados Democráticos y Alianza Cívica, enfocadas en la defensa de los derechos sociales y la democracia.
Tras el terremoto de 1985 instaló un despacho para ofrecer asesoría jurídica gratuita a víctimas, hecho que marcó su perfil como defensora de causas sociales. Más tarde, ocupó cargos técnicos en el entonces Distrito Federal, donde trabajó en temas de desarrollo delegacional, procuración social y análisis legislativo.
De legisladora a figura clave dentro de Morena
Godoy inició su carrera política en 2012 como diputada en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Después fue diputada federal en la LXIII Legislatura y diputada local en el Congreso de la Ciudad de México. Durante su paso por la Asamblea capitalina coordinó al grupo parlamentario de Morena, consolidándose como una figura de influencia dentro del partido.
En 2018 fue nombrada Procuradora General de Justicia de la Ciudad de México. Permaneció en el cargo cuando la institución se transformó en la Fiscalía General de Justicia (FGJ-CDMX), donde su gestión estuvo marcada por polémicas y señalamientos de uso político de la dependencia.
Entre las principales controversias destacan:
– Una reforma legal impulsada en 2023 para permitir su ratificación automática.
– Críticas por presunta persecución contra adversarios políticos.
– Cuestionamientos por falta de autonomía y altos niveles de impunidad.
– La destrucción de información sobre comunicaciones de militantes del PAN, como Santiago Taboada, Santiago Creel y Lilly Téllez, tras orden del Poder Judicial.
– En enero de 2024, el Congreso capitalino negó su ratificación, lo que puso fin a su periodo como fiscal.
A pesar del rechazo legislativo, su cercanía con Claudia Sheinbaum abrió una nueva puerta. El 20 de junio de 2024 fue anunciada como futura consejera jurídica del Ejecutivo Federal, cargo desde el cual asesoraría al presidente en decretos, leyes y controversias constitucionales.
Su nombramiento fue interpretado como una señal de continuidad política y jurídica en el nuevo gobierno, además de una forma de mantener influencia en decisiones sensibles sobre seguridad y justicia.
Organizaciones civiles y diversos sectores señalaron durante años que Godoy representaba un modelo de “fiscal militante”, donde la lealtad política pesaba más que la autonomía institucional.
El rechazo a su ratificación evidenció tensiones incluso dentro de Morena y expuso debates sobre el equilibrio entre justicia, política y poder.
Por qué es importante su llegada a la FGR
Su elección como fiscal general de la República coloca a Ernestina Godoy en una de las posiciones más influyentes del país. Sus defensores destacan su amplio conocimiento técnico, experiencia legislativa y cercanía con el proyecto político de la Cuarta Transformación.
Para sus críticos, su llegada representa riesgos de politización y continuidad de prácticas cuestionadas en la Fiscalía capitalina.
Lo cierto es que su nombramiento marcará el rumbo de la procuración de justicia en los próximos años y será un elemento central en la relación entre el nuevo gobierno y las instituciones federales.
