Militares hacen un cateo al lugar donde operaba el médico para determinar si incumplió con alguna normativa.
Autoridades de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas (FGJT), en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), realizaron un cateo en la clínica “Bellum”.
El motivo fue una denuncia por presuntas irregularidades en procedimientos quirúrgicos estéticos en el inmueble ubicado en la calle Hidalgo de la colonia Unidad Nacional, de Ciudad Madero.
La investigación comenzó tras la acusación de una mujer que sufrió convulsiones después de una cirugía de liposucción, supuestamente practicada por el médico José Luis “L”. La paciente relató que le extrajeron ocho litros de grasa, superando el máximo recomendado de seis.

Una operación que salió mal pone en jaque a una clínica estética en Tamaulipas
La intervención se llevó a cabo el 2 de junio; sin embargo, la cédula profesional del médico —sin especialidad en cirugía plástica ni certificación— fue registrada hasta el 17 de ese mes.
En el expediente también figura otra paciente que se sometió a un aumento de busto, aunque hasta el momento no se han revelado más detalles sobre su caso. La carpeta de investigación permanece en la Unidad Número Uno de la FGJT.
En caso de que se compruebe que el médico operó sin contar con la acreditación necesaria, podría ser vinculado a proceso por el delito de usurpación de funciones.
El cateo tuvo como objetivo asegurar el inmueble y evitar la manipulación o destrucción de posibles evidencias, ya que existe la sospecha de que algunos productos y materiales empleados podrían ser falsificados.

¿El caso recuerda al de Marilyn Cote?
Este hecho recuerda al de Marilyn Cote, mujer que se hacía pasar por especialista clínica para brindar atención psiquiátrica y recetar fármacos a sus pacientes. Esta práctica se llevó a cabo durante más de 10 años, en los que la licenciada en Derecho incluso fue reconocida en páginas de internet y revistas.
La egresada de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, el Colegio Libre de Estudios Universitarios y la Escuela Libre de Psicología, fue descubierta gracias a diversas publicaciones en la red social X, en las cuales se hizo mención de la falta de su registro de cédula profesional.

A esto se añadio evidencia de que ofrecía servicios poco convencionales o sin sostén profesional. Entre estos se encontraba la promesa de curar la depresión en una semana gracias a un procedimiento especializado.
Al final, la presión mediática llevó a las autoridades a vincularla a proceso por el delito de usurpación de funciones, el cual podría ser castigado entre a uno a seis años de prisión y de 100 a 300 días multa