Corazones y pulmones creados en laboratorio desarrollan sus propios vasos sanguíneos

Uno de los retos más grandes de la medicina moderna es crear órganos y tejidos que sean compatibles con la vida y con las funciones de los seres humanos.

El trasplante de órganos, tejidos y células puede prolongar la vida y mejorar la calidad de vida de las personas que los reciben, pero el número de donantes aún es bajo. Un dato de la División de Trasplantes de la Oficina de Sistemas del Cuidado de la Salud de la Administración de Recursos y Servicios de Salud en el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos ilustra la situación: 13 personas mueren cada día esperando un trasplante de órganos en ese país.

Por esa razón, uno de los retos más grandes de la medicina moderna es crear órganos y tejidos que sean compatibles con la vida y con las funciones de los seres humanos, que estén disponibles cuando sea necesario y que no presenten riesgo de rechazo por parte de los receptores. La ciencia ha dado un paso importante al respecto; de acuerdo con una publicación de la revista científica Nature, los investigadores están creando miniórganos tan sofisticados en el laboratorio, que ahora pueden cultivar sus propios vasos sanguíneos.

«El mes pasado, en Science y Cell , dos equipos distintos informaron sobre la creación de organoides vascularizados mediante un nuevo enfoque que los desarrolla con vasos desde sus etapas iniciales. Partiendo de células madre pluripotentes, capaces de transformarse en casi cualquier tipo de célula del cuerpo, los investigadores indujeron a las células a formar vasos mientras creaban el tejido del otro órgano», se lee en la publicación.

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Estructuras nunca antes observadas en organoides

De acuerdo con Nature, las estructuras celulares tridimensionales en miniatura, las cuales reciben el nombre de organoides, han sido empleadas durante muchos años con el fin de probar fármacos y analizar el desarrollo de las enfermedades. No obstante, una buena parte de esas estructuras experimentales carecen de los vasos que en el cuerpo humano transportan sangre, oxígeno y nutrientes.

Es por esta razón que este reciente hallazgo científico cobra relevancia. Las estructuras que imitan a órganos como el corazón, el hígado, los pulmones y el intestino son algunos de los modelos más complejos del desarrollo humano que se han creado hasta el momento y contienen poblaciones celulares y estructuras que nunca se habían visto en estos modelos.

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Un descubrimiento por casualidad

Según Nature, los investigadores dieron con este nuevo enfoque por casualidad. Algunos equipos que realizaban procedimientos para cultivar células epiteliales, que forman el revestimiento exterior de algunos órganos y tejidos, informaron que sus organoides también formaban células no epiteliales, de un tipo que recubre los vasos sanguíneos, de manera espontánea.

«Los organoides pulmonares resultantes, al trasplantarse a modelos murinos, maduraron y dieron lugar a diversos tipos celulares, incluyendo células únicas presentes en los alvéolos, los sacos donde se produce el intercambio gaseoso. Al trasplantar las células a un andamio tridimensional, formaron espontáneamente estructuras similares a sacos alveolares, lo que sugiere que la presencia de células vasculabres había permitido que los organoides formaran tejido complejo con diversos tipos celulares».

Se requiere más investigación

Estos organoides, precisa Nature, apenas representan las primeras etapas del desarrollo fetal, por lo que aún es necesario generar más investigación para lograr estructuras que funcionen como las del cuerpo humano.

Por ejemplo, es necesario desarrollar vasos sanguíneos más grandes, junto con todo el tejido y las estructuras de soporte necesarios y vasos del sistema linfático, que transporta fluidos a los órganos y expulsa desechos.