Recientemente, el presidente Donald Trump señaló que el consumo de paracetamol durante el embarazo podría estar relacionado con el autismo infantil, pero no hay pruebas contundentes sobre ello.
El paracetamol o acetaminofén es uno de los medicamentos de uso libre más recomendados para tratar ligeros dolores de cabeza o fiebre, ya sea de índole viral u ocasionado por otras afecciones.
Aunque no existen pruebas contundentes de efectos secundarios graves durante el embarazo o incluso en su uso en niños con un peso mayor a 33 kilos, el presidente Donald Trump señaló recientemente que el consumo de este medicamento, conocido comercialmente como Tylenol, estaría vinculado con un mayor riesgo de autismo o trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
“Tomar este medicamento conocido como Tylenol durante el embarazo podría estar relacionado con un alto riesgo de autismo. Así que tomar Tylenol no es bueno, así como lo digo, no es bueno”; señaló el mandatario.
Sin embargo, en el lado estrictamente científico, esto no ha sido comprobado. Mientras estudios realizados por instituciones de relevancia como el Instituto Karolinska de Suecia o la poderosa Agencia Regulatoria de Medicamentos del Reino Unido señalan que el uso del medicamento es seguro, un estudio realizado por universidades norteamericanas señalan lo contrario.
Resaltan riesgos del uso del medicamento en el embarazo
Uno de los estudios que parecen sustentar la idea presentada por Trump fue realizado por investigadores de la Escuela de Medicina del hospital Monte Sinaí, uno de los más influyentes de Estados Unidos, el cual retomó los datos de más de 100 mil personas citadas por 46 investigaciones.
“Nuestros descubrimientos muestran que las mejores investigaciones suelen revelar un vínculo entre la exposición prenatal al acetaminofén y riesgos más altos de autismo y TDAH. Dado el uso popular de este medicamento, incluso un pequeño incremento en el riesgo puede tener grandes implicaciones de salud pública”, señaló Diddier Prada, médico y uno de los investigadores líderes en el campo.
De acuerdo con Prada, el medicamento puede infiltrarse a través de la placenta y ocasionar cambios drásticos en el desarrollo de los bebés, lo que aumenta el riesgo de este tipo de enfermedades, aunque el investigador aclara que no se debe suspender un medicamento sin el debido consejo médico.
“Las mujeres embarazadas no deben dejar la medicación sin consultarlo con sus doctores. El dolor sin tratamiento o las fiebres también pueden dañar a los niños. Nuestros estudios destacan la importancia de discutir la aproximación más segura con los proveedores de salud y considerar opciones sin drogas para tratar el dolor”, detalló.
Descartan vínculos entre el paracetamol y el autismo
Por otro lado, algunas de las más importantes instituciones europeas, las cuales han realizado estudios que incluso se han desarrollado durante varias décadas en distintos contextos, parecen demostrar que no existe una relación entre el medicamento y el autismo.
Uno de los estudios más robustos, en el que se observó a más de 2.4 millones de niños durante 26 años en Suecia, realizado por el Instituto Karolinska, señaló que no existen riesgos en el uso de acetaminofén o paracetamol en el embarazo.
“No vimos ningún riesgo incrementado de TDAH, autismo o algún problema intelectual en los niños, los cuales podrían ser asociados al uso del paracetamol durante el embarazo de sus madres.
“Esperamos que nuestros descubrimientos puedan guiar a quienes quieren ser padres que se encuentran en la disyuntiva de usar o no paracetamol durante el embarazo”, explicó Renee Gardner, profesora de epidemiología e investigadora del Departamento de Salud Pública Global del Instituto Karolinska.

La seguridad que ofrece a las mujeres gestantes es tal que, en naciones como el Reino Unido, el paracetamol es considerado la primera opción en el tratamiento de dolores de cabeza y fiebres durante el embarazo.
“El paracetamol permanece como el principal remedio para el dolor en mujeres gestantes, siempre que se use de forma adecuada. El dolor y la fiebre que no se tratan pueden poner en riesgo del bebé, así que es importante controlar esos síntomas con el tratamiento recomendado.
“Nuestro consejo en cuanto al uso de medicinas durante el embarazo se basa en la rigurosa aplicación de la mejor evidencia científica disponible. Cualquier nueva evidencia que pudiera afectar nuestras recomendaciones será evaluada por nuestros expertos científicos independientes”, destacó Alice Cave, jefe de Salud en la Agencia Regulatoria de Medicinas y Cuidados Sanitarios del Reino Unido.


