Sin mordaza| Viridiana Reyes
La justicia por propia mano es un tema complejo que se presenta cuando los colectivos humanos, negando los mecanismos legales, deciden tomar la ley; y estos actos son resultado de la frustración ante la falta de respuestas legales, pero también son el reflejo de una sociedad cada vez más falta de valores y empatía.
Ayer martes 19 de junio el sur de Veracruz fue testigo de un segundo levantamiento de ciudadanos contra policías municipales y sus autoridades, el primero fue en enero 2024 en Lerdo de Tejada donde además de la muerte de un civil, hubo linchamiento a elementos de la policía, quema de patrullas y del palacio municipal; tristemente esta vez le tocó a San Andrés Tuxtla.
Todos podemos dar nuestra versión de los hechos de acuerdo la subjetividad, pero más allá de buscar culpables, hay que preocuparse en lo que nos estamos convirtiendo como sociedad y el legado que dejamos a nuestros hijos.
Nada justifica la muerte de un ser humano, pero tampoco se justifica el ataque a quienes indirectamente señalan como responsables de los actos cometidos este martes.
A través de redes sociales nos informamos y desinformamos al respecto de los hechos reales.
Quien inició la riña? Porqué respondieron así los elementos policiacos? Cuál fue la causa real de la muerte de José Luis Zapata Páez?
Esas respuestas las tendrá que dar la instancia legal.
Mientras tanto como sociedad debemos reflexionar en lo que nos hemos convertido al incriminar, atacar y golpear a una mujer que si bien es responsable de la gobernanza de San Andrés Tuxtla, no es responsable del fallecimiento de José Luis.
Los incitadores de los actos vandálicos de este martes están libres, mientras José Luis ya no está.
Y a río revuelto ganancia de pescadores, porque inmediatamente la legisladora federal Paola Tenorio Adame salió a arremeter contra la alcaldesa de San Andrés Tuxtla María Elena Solana Calzada; lejos de exhortar a su pueblo a la reflexión y la paz, incitó al odio, juzgó y sentenció culpas que no le corresponden, lo mismo el Diputado Rafael Fararoni Magaña.
Ambos “representantes del pueblo” aprovecharon la desgracia y frustración ciudadana para llevar sus diferencias políticas a la cancha social aplicando sentencias que no les corresponden.
Repito, preocupémonos y ocupémonos por sanar en lo que nuestra sociedad se ha convertido.
Incitar al odio no es la vía.
Linchamientos y Estructura Moral: Los linchamientos, aunque trágicos, son un reflejo de la estructura moral cada vez más desgastada con una gran dificultad para distinguir controles en la acción comunitaria. Y esa acción descontrolada quedó grabada para la historia, ayer cuando lanzaron piedras contra la alcaldesa María Elena Solana, cuando golpearon a su exesposo Ricardo Rubio Otero, cuando entre gritos la gente enardecida exigía ojo por ojo y diente por diente, el linchamiento no solo es físico, también es moral.
Memoria Colectiva: Los hechos violentos a menudo se parcializan en los medios de comunicación y redes sociales, lo que dificulta comprender su alcance real y así lo vimos ayer.
Juicio Mediático: La responsabilidad de redactar con sencillez sin ambigüedades y sin manejar supuestos, posibles o rumores, es una obligación de la disciplina periodística. En temas tan delicados y cuando no se estuvo en el lugar de los hechos, sino que el referente fueron las transmisiones en vivo de Facebook, definitivamente hay que limitarse a resumir lo expuesto sin hacer conjeturas
Aventurarse a sugerir, es condenarse a inculpar, eso es un juicio mediático, irónicamente es el juicio más injusto y parcial, y el que en ocasiones termina por viralizarse y a fuerza de repetición se considera un hecho y no un supuesto.
No podemos ser juez y parte, seamos solo el medio, y usted ciudadano será quien haga su propio criterio de lo que pasó.