El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) señaló que Iván Jesús Alfredo Guzmán Salazar debe ser considerado armado y peligroso
Las autoridades de Estados Unidos ofrecieron una recompensa de 10 millones de dólares por información que conduzca a la captura de Iván Jesús Alfredo Guzmán Salazar, uno de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán y presunto integrante de la cúpula del Cártel de Sinaloa.
La medida fue anunciada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) como parte de los esfuerzos de ese país para debilitar a los principales líderes del narcotráfico mexicano.
De acuerdo con el comunicado, Iván Jesús Alfredo Guzmán Salazar es considerado una pieza central en las operaciones de tráfico de drogas hacia territorio estadounidense, donde se le atribuye participación en el trasiego de grandes cantidades de fentanilo, metanfetaminas y cocaína.
«RECOMPENSA DE $10 MILLONES por información que conduzca al arresto/condena de Iván Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo del infame Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
«Él y sus hermanos, ‘los Chapitos’, tomaron el control de la facción de ‘El Chapo’ en el Cártel de Sinaloa, y debe ser considerado armado y peligroso», dice la publicación del ICE en X.
Su captura representa una de las prioridades más altas para las agencias de seguridad, que lo identifican como uno de los herederos directos de la red criminal que encabezó su padre antes de ser extraditado y condenado a cadena perpetua en 2019.
El ofrecimiento de la millonaria recompensa busca incentivar la colaboración ciudadana y de otras autoridades internacionales en la localización del capo, cuya presencia ha sido reportada en distintos puntos de México. Según investigaciones previas, Iván Guzmán mantiene estrecha relación con sus hermanos, conocidos como Los Chapitos, quienes han asumido el control de varias estructuras del cártel tras la detención de su progenitor.
La acción de Estados Unidos se suma a una serie de operativos y sanciones aplicadas en los últimos años contra miembros del clan Guzmán, incluido el arresto de Ovidio Guzmán López en 2023, lo que marcó un punto de tensión en las relaciones bilaterales en materia de seguridad. Washington insiste en que los descendientes de El Chapo han desempeñado un papel clave en la expansión del tráfico de fentanilo, sustancia vinculada con la crisis de sobredosis que afecta a miles de personas en ese país.
