La DEA indicó que entrenará a agentes mexicanos para que sean capaces de enfrentar a cárteles y frenar el flujo de drogas y armas en la frontera con EU: equipos de ambos países se prepararán durante varias semanas.
La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) ha anunciado este lunes una nueva estrategia, llamada «Proyecto Portero» para enfrentar a los «guardianes» de los cárteles mexicanos que trafican droga a través de la frontera entre ese país y México.
«En el centro de este esfuerzo se encuentra el Proyecto Portero, la operación insignia de la DEA, cuyo objetivo es desmantelar a los ‘guardianes’ de los cárteles, agentes que controlan los corredores de contrabando a lo largo de la frontera suroeste», explicó la agencia en un comunicado.
Los «guardianes», añadió, son esenciales para las operaciones de los cárteles, ya que «dirigen el flujo de fentanilo, metanfetamina y cocaína hacia Estados Unidos, a la vez que garantizan el movimiento de armas de fuego y grandes cantidades de dinero en efectivo hacia México», una de las principales demandas del Gobierno mexicano, tanto en los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador como ahora con Claudia Sheinbaum Pardo.
«Al centrarse específicamente en ellos, la DEA y sus socios están atacando la esencia del comando y control de los cárteles», argumentó.
Se trata, pues, de un programa de capacitación y colaboración lanzado por la DEA, de varias semanas de duración en uno de sus centros de inteligencia en la frontera suroeste. «El programa reúne a investigadores mexicanos con fuerzas del orden, fiscales, funcionarios de defensa y miembros de la comunidad de inteligencia estadounidenses», ahondó la agencia.
A lo largo de varias semanas, explicó, los participantes identificarán objetivos conjuntos, desarrollarán estrategias coordinadas de cumplimiento de la ley y fortalecerán el intercambio de inteligencia.
Este «Proyecto Portero» también se coordina con el Grupo de Trabajo de Seguridad Nacional estadounidense (HSTF, por sus siglas en inglés), «lo que garantiza un enfoque integral del Gobierno» de aquel país. La integración del HSTF reúne a las fuerzas del orden, inteligencia, defensa y fiscalía, alineando prioridades y operaciones para que Estados Unidos pueda desplegar toda su capacidad contra las redes de cárteles.
“La DEA está tomando medidas decisivas para enfrentar a los cárteles que están asesinando a estadounidenses con fentanilo y otros venenos”, declaró el administrador de la DEA, Terrance Cole.
«El Proyecto Portero y este nuevo programa de entrenamiento demuestran cómo lucharemos: planificando y operando codo con codo con nuestros socios mexicanos y utilizando todo el poder del gobierno estadounidense. Este es un primer paso audaz en una nueva era de control transfronterizo, y lo impulsaremos sin descanso hasta desmantelar estas organizaciones violentas», agregó.
Esta iniciativa refleja las prioridades más amplias de Cole y de la DEA, dicen ambos: renovar el compromiso con la aplicación de la ley, desmantelar los cárteles designados como organizaciones terroristas y fortalecer la colaboración con sus homólogos extranjeros.
«Si bien el fentanilo es la amenaza más urgente, el Proyecto Portero aborda todos los aspectos de la actividad delictiva de los cárteles —desde el narcotráfico hasta el tráfico de armas y las finanzas ilícitas— que cruzan la frontera y ponen en peligro a las comunidades estadounidenses», concluyeron.
Se trata de un cambio en la relación entre la DEA y México, que se había enfriado decisivamente durante el Gobierno de López Obrador.
Fue en diciembre de 2020, cuando el Congreso mexicano aprobó una reforma de la Ley de Seguridad Nacional que obliga desde entonces a los agentes de otros países a compartir su información con las autoridades mexicanas, les prohíbe arrestar a personas, les exige una autorización para llevar armas, establece que no tienen inmunidad judicial y amenaza con la expulsión de las agencias si quebrantan la Ley.
El detonante de esta iniciativa que envió el Presidente se dio a raíz de la detención en EU del General Salvador Cienfuegos a quien se investigó en territorio nacional sin que México hubiera sido notificado. El entonces Presidente López Obrador aseguró en ese entonces que la DEA le fabricó delitos al que fuera el Secretario de la Defensa del Gobierno anterior. Un año después, en 2021, el Gobierno federal disolvió hace un año la Unidad de Investigaciones Sensibles de la DEA porque sus integrantes tenían nexos con el narcotráfico.
El periodista Tim Golden, quien acusó a López Obrador de vínculos con el narco, sin más pruebas que testimonios de la DEA, ha planteado en dos artículos en Propublica la autoría de Cole en esta lista. En uno, describe cómo en 2019, cuando México puso reglas a la DEA, un pequeño grupo de agentes, entre ellos Terry Cole, recabaron información de bases de datos y expedientes judiciales y recopilaron expedientes sobre funcionarios mexicanos sospechosos de colusión con las mafias.