Miles de turistas pudieron acceder nuevamente al museo, aunque la Galería de Apolo permanece cerrada. Visitantes consideran que el robo no empaña la imagen internacional de Francia.

Pocos minutos después de la reapertura parcial del Louvre, cerrado desde el domingo pasado por el robo de joyas de la corona francesa, los visitantes expresaron sentirse afortunados de poder recorrer el museo y coincidieron en que este incidente no afecta la reputación del país.

La puertorriqueña Anabel Nieves, emocionada por su visita, señaló que aunque la Galería de Apolo continúa cerrada —donde los ladrones ingresaron con ayuda de un montacargas y sustrajeron joyas valoradas en 88 millones de euros— no se sienten preocupadas por los fallos de seguridad. “No me voy a limitar a la Mona Lisa, quiero ver todo lo que hay dentro”, indicó.

El canadiense Paul y el alemán Henry Caleb coincidieron en que, pese a la magnitud del robo, la imagen internacional de Francia no se verá gravemente afectada. Ambos destacaron su entusiasmo por contemplar obras icónicas como la Mona Lisa y comprendieron las posibles limitaciones de personal en la vigilancia del museo.

El robo, calificado como el del “siglo” por los medios franceses, ha generado fuertes críticas hacia la dirección del Louvre y el Ministerio de Cultura por no proteger adecuadamente una de las instituciones más emblemáticas del mundo.

La presidenta del Louvre, Laurence des Cars, deberá comparecer ante una comisión del Senado para explicar los hechos y detallar el desarrollo del robo, mientras las investigaciones continúan para esclarecer responsabilidades y recuperar las joyas sustraídas.