Robo en el Louvre: ladrones disfrazados de obreros sustraen joyas del tesoro de Napoleón en solo siete minutos

Los delincuentes usaron una escalera y un montacargas para acceder a una zona poco vigilada; el gobierno francés admite fallas en la seguridad del museo más visitado del mundo.

Un audaz robo sacudió al Museo del Louvre, en París, luego de que un grupo de ladrones disfrazados de obreros ingresara a la galería Apolo y sustrajera ocho joyas de valor histórico incalculable pertenecientes al tesoro de Napoleón Bonaparte y Napoleón III.

La operación, que duró apenas siete minutos, fue ejecutada con precisión quirúrgica durante la mañana, sin uso de violencia.

De acuerdo con los primeros reportes, los delincuentes llegaron al lugar a bordo de scooters y, camuflados con chalecos amarillos y pasamontañas, colocaron una escalera de construcción para acceder por una ventana lateral.

Dos de ellos rompieron una vitrina con radiales en la primera planta del museo, mientras otros vigilaban el perímetro. Todo el atraco quedó registrado por una cámara de seguridad.

Los asaltantes escogieron una zona alejada de la famosa pirámide de cristal, lo que facilitó una rápida huida tras el robo. En su precipitada retirada, dejaron atrás una novena joya: la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, hallada posteriormente dañada.

“Fue muy rápido”, reconoció Rachida Dati, ministra de Cultura de Francia, mientras que el ministro del Interior, Laurent Núñez, calificó el robo como un golpe al “corazón cultural y patrimonial del país”, y admitió una “fragilidad” en la seguridad de los museos franceses.

Expertos como Matteo Mancini, director del Departamento de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, advirtieron que un ataque de este tipo “puede tener consecuencias culturales y políticas graves” por el simbolismo del Louvre en la identidad nacional francesa.

El robo ocurre en un contexto de advertencias previas. Empleados y la propia directora del museo habían alertado sobre la falta de personal y el deterioro de las instalaciones, agravados por el creciente flujo de visitantes: en 2024, el Louvre recibió 8.7 millones de personas, más del doble de la capacidad para la que fue diseñado.

Ante esta situación, el presidente Emmanuel Macron anunció un ambicioso proyecto de remodelación que incluirá un nuevo acceso en el Cour Carrée para reforzar la seguridad y mejorar la gestión del museo más visitado del mundo