Desde que empezó el gobierno de Sheinbaum, y hasta el primer cuatrimestre de 2025, el Ejército ha localizado 45 laboratorios clandestinos y al menos 400 áreas de concentración de droga.
Frente al asedio de las autoridades mexicanas, los cárteles han transformado sus métodos de producción de drogas sintéticas, particularmente en Sinaloa, dando fin a la era de los super-laboratorios, que abarcaban grandes extensiones de terreno, con reactores fijos y estructuras permanentes.
Esto para dar paso a micro-cocinas móviles, fáciles de ocultar, capaces de producir hasta 100 kilos metanfetamina en seis horas y con las que además han fragmentado el proceso.
La producción ya no se concentra, se dispersa. Cada punto es una célula independiente, difícil de rastrear, e incluye el uso de remolques o casas adaptadas con refrigeradores, minisplits y plantas de luz, para el enfriamiento.
Desde octubre de 2024, cuando comenzó el gobierno de Claudia Sheinbaum, y hasta el primer cuatrimestre de 2025, el Ejército ha localizado 45 laboratorios clandestinos y al menos 400 áreas de concentración de droga, según datos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Esto es que por cada laboratorio clandestino detectado, hay en promedio casi nueve puntos de concentración de droga.