El hombre se puso frente a la cámara e hizo ruido para que no se permitiera el trabajo de una periodista.
Durante una protesta pacífica de madres de familia que exigían medicamentos para sus hijos con cáncer, realizada en el marco de la Feria Nacional Francisco Villa —evento que el gobierno de Durango denomina “la joya de la corona”—, el director de Comunicación Social del estado, Víctor Hugo Hernández Fuentes, protagonizó un intento de censura hacia la labor periodística que documentaba la manifestación.
La escena tuvo lugar durante la Expo Ganadera, uno de los eventos centrales de la feria, en la ciudad de Durango. Mientras el gobernador Esteban Villegas intentaba dialogar con las dos mujeres que levantaban pancartas con frases como “El cáncer no espera”, Hernández Fuentes se interpuso entre la cámara de video del medio Contacto y las manifestantes, intentando obstruir la grabación con su sombrero de vaquero y pronunciando en voz alta: “¡Qué bajo! ¡Qué bajo, eh!”
La protesta tenía como fin visibilizar la constante escasez de medicamentos en el SECan (Servicio Estatal de Cancerología), una carencia conocida entre familiares de pacientes oncológicos en el estado. No obstante, en lugar de facilitar la cobertura de un tema de interés público, el funcionario —quien en su currículum destaca su “entendimiento de la relación institución-medios de comunicación”— recurrió al hostigamiento verbal para desacreditar el trabajo periodístico.

El funcionario interrumpió la cobertura de la reportera
“Seguimos trabajando aquí, desde la Expo Ganadera…”, narraba la reportera de Contacto, cuando se volvió a escuchar a Hernández Fuentes en el fondo, interrumpiendo con expresiones despectivas: “Guau, guau, guau, qué bajo, no manches”.
Acto seguido, el funcionario estatal comenzó a grabar a la periodista con su celular, mientras continuaba diciendo “qué bajo” de forma reiterada. La reportera, sin perder la compostura, lo confrontó:
—Sí, dime, dime lo que quieras hablar…
—Mira, te voy a explicar… —respondió él, mientras intentaba acercarse y abrazarla.
—¡No me abraces, por favor! —exigió ella.

Comunicación social intentó evitar que se diera a conocer lo tratado por las madres de niños con cáncer
En ese momento, Hernández Fuentes justificó su conducta argumentando que el medio en cuestión había dado cobertura a un “proyecto político completamente contrario a nosotros”, en referencia a un candidato opositor al actual gobernador Esteban Villegas.
—Yo estoy cubriendo una manifestación de mamás —aclaró la reportera.
—Ustedes como medio, que le responden a un poder político… esto es en beneficio… —insistía Hernández, intentando desacreditar la cobertura.
La conversación se tornó cada vez más incómoda, con el funcionario cuestionando el uso del evento para realizar la protesta:
—Esto ya está restringido, se me hace gacho que ustedes utilicen un evento a beneficio como el DIF… ¿quién está provocando esto?
Finalmente, Hernández Fuentes dio la espalda a la periodista y se retiró, impidiendo la continuidad de la cobertura informativa.
Este hecho resulta preocupante no solo por el intento de censura a una protesta legítima, sino por la postura de un funcionario público que, lejos de garantizar el derecho a la libertad de expresión y al acceso a la información, utiliza su posición institucional para condicionar la labor de los medios de comunicación según sus afinidades políticas.