La plaga puede transportarse a través de cualquier animal de sangre caliente, incluyendo la fauna silvestre, como venados, ardillas o ratones, que podrían cruzar la plaga al territorio estadounidense sin ningún control fronterizo.
Jorge Esteve, presidente del Consejo Nacional Agropecuario de México, afirmó que el cierre de la frontera de Estados Unidos al ganado mexicano es una medida “exagerada e inadecuada” que no resolverá la presencia del gusano barrenador.
En entrevista para Aristegui en Vivo, Esteve explicó que “cerrar la frontera no va a frenar el gusano barrenador y que eventualmente cruza a Estados Unidos”.
Sumando a su punto, añadió que “las mosquitas que generan este gusano barrenador no tienen pasaporte, se las lleva el viento”.
Explicó que esta plaga puede transportarse a través de cualquier animal de sangre caliente, incluyendo la fauna silvestre, como venados, ardillas o ratones, que podrían cruzar la plaga al territorio estadounidense sin ningún control fronterizo.
“No es una plaga difícil de controlar. En 1991, que fue la última vez que tuvimos la plaga, nos tardamos 10 años en poder controlarla”, recordó Esteve. Añadió que desde entonces hasta hace poco, la plaga se mantuvo replegada, pero en 2023 se detectó nuevamente en Panamá y, en menos de dos años, llegó a México.
El presidente del Consejo Nacional Agropecuario explicó que el problema se agrava por el cruce ilegal de ganado desde Centroamérica.
“Casi cada año se cruzan de manera ilegal como entre 600 y 800 mil cabezas de ganado de Centroamérica”, señaló. Según Esteve, el paso de ganado sin inspección ha permitido la entrada del gusano barrenador, especialmente en zonas donde hay más casos, como la región del Papaloapan.
Sobre los intereses detrás del cierre de la frontera, Esteve dijo que “obviamente se beneficiaría de esto los ganaderos que tengan en este momento ganado porque se mantiene el precio alto”. Agregó que “en Estados Unidos ha habido una sequía fuerte, por lo tanto los precios de la cabeza de ganado son históricamente altos”.
Pese a la medida estadounidense, destacó que hay coordinación entre autoridades mexicanas y estadounidenses para contener la plaga, detallando que ambas naciones trabajan en territorio mexicano y que “hicieron una zona buffer, con trampeos y con muestreos” para identificar casos y frenar el avance. Sin embargo, advirtió que “Veracruz está cerca de la frontera. El clima tropical es más propicio a que avance la plaga que los climas desérticos”.
Para entender más a detalle a esta especie de plaga, explicó el ciclo del gusano barrenador, que “es una palomilla pequeña que le gusta anidar sobre heridas frescas” de animales.
“Se deposita en la herida, pone sus huevecillos. Sus huevillos se convierten en larvas. Estas larvas se convierten en gusanos. Les gusta comer la carne animal”.
Añadió que la liberación de mosquitas estériles ha sido la manera más contundente de controlar la plaga.
Estas palomillas se reproducen una sola vez, así que si se reproducen con una mosquita estéril, dejan de avanzar.
Actualmente, la única planta operativa de producción de mosquitas estériles está en Panamá, desde donde se envían millones cada semana. México tiene una planta en Tuxtla Gutiérrez que dejó de operar para este propósito y se está reactivando.
“Nuestra planta la tendremos funcionando para finales de este año, posiblemente principios del año siguiente”, señaló. También informó que Estados Unidos está construyendo una planta desde cero, pero “no la van a tener en línea antes de un año”.
Esteve explicó que el cierre de la planta en Chiapas se debió a recortes presupuestales. “El gobierno dejó que la planta dejara de funcionar”, afirmó.
Añadió que “la sanidad vegetal y animal es patrimonio de los mexicanos” y que afirmó que no se le ha dado la importancia necesario.
“El presupuesto de Senasica en los últimos 10 años, para no pasar dos sexenios, se ha bajado más de 20%, mientras la actividad agrícola y ganadera ha subido un 20%”, precisó.
Sobre la posibilidad de contagio entre animales, aseguró que sí existe. “Si tú tienes en un corral un animal infectado, es muy probable que el resto de los animales se contagien”, afirmó. Reiteró que los puntos de revisión oficiales son estrictos, pero “cuando los cruces son ilegales, no tienes toda esta inspección”.
Respecto a la seguridad del consumo humano, Esteve descartó riesgos. “No hay ningún riesgo. Es una plaga que afecta al animal, pero a la carne no la afecta”, aseguró. No obstante, reconoció que “el gusano puede matar al ganado” si la infestación no se controla.
Sobre las pérdidas económicas por el cierre fronterizo, Jorge Esteve calculó que el impacto podría ser de entre 250 y 400 millones de dólares.
“Cada día estaban cruzando 6,000 cabezas de ganado. Eso lo multiplicas por 2,000 y te da 6 millones de dólares que no ingresan al país cada día”, explicó. Si bien el ganado sigue en México, los ganaderos enfrentan costos de alimentación y préstamos pendientes.
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Esteve considera que la situación se pudo haber evitado dado que el control de la plaga en la franja de Panamá habría sido mucho más sencillo y que “todos los países, incluyendo desde Estados Unidos para abajo, fallamos en no tomar estas medidas”.
El presidente del Consejo Nacional Agropecuario reiteró que la clave está en la coordinación trinacional, la capacitación y la acción inmediata.
“Capacitar a los agricultores, a los ganaderos, a detectarlos, actuar inmediatamente, hacer barridos… y esta coordinación se está haciendo muy bien con el gobierno”, afirmó. No obstante, advirtió que “no va a ser inmediato”, y anticipó que “vamos a ir pasando por muchos sustos durante el próximo año”.