El gobierno de México anunció un incremento en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a las bebidas azucaradas y con edulcorantes, como parte de una estrategia nacional para combatir los altos índices de obesidad, diabetes e hipertensión.
La medida, presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum, incrementa en un peso por litro la carga fiscal, llevando el impuesto ligeramente por encima de los 3 pesos por litro, dentro del paquete económico 2026.
En su conferencia de prensa matutina, La Mañanera del Pueblo, la presidenta subrayó que el objetivo principal de esta política no es recaudatorio, sino proteger la salud pública, enmarcada en el programa “Vive Saludable, Vive Feliz”, diseñado para frenar el consumo excesivo de azúcares en la población mexicana.
México se mantiene como el país con mayor consumo per cápita de refresco en el mundo, con un promedio de 166 litros por persona al año, situación que lo coloca en el centro de la crisis metabólica global.
Evidencia internacional y contexto nacional
Durante la presentación, el subsecretario de salud Eduardo Clark detalló evidencia internacional que respalda la medida. En Reino Unido, políticas similares redujeron en un 30% el contenido de azúcar en refrescos reformulados; en Sudáfrica, el consumo cayó un 29%; y en Chile, la reducción alcanzó el 21%.
México ya probó el impacto de este tipo de medidas en 2014, cuando un primer IEPS redujo el consumo en 5.5% durante el primer año. Según estimaciones de la Secretaría de Salud, el nuevo incremento podría generar una reducción adicional del 7% en los primeros años, con efectos positivos sobre la prevención de enfermedades crónicas.
Costo social y económico de las bebidas azucaradas
Las bebidas azucaradas se han convertido en la principal fuente de azúcar en la dieta nacional, aportando calorías vacías que carecen de valor nutricional.
La evidencia científica las vincula directamente con la epidemia de obesidad y enfermedades metabólicas, responsables del incremento de muertes por enfermedades cardíacas, que se han triplicado desde los años 80.
El impacto económico también es significativo: estas enfermedades representan un gasto estimado de 180,000 millones de pesos anuales al sistema de salud mexicano.
Uso de los recursos y destino del IEPS
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, el incremento al IEPS permitirá recaudar alrededor de 41,000 millones de pesos adicionales, recursos que serán destinados a un fondo de salud para prevención y atención de enfermedades crónicas, con énfasis en campañas de alimentación saludable, atención primaria y fortalecimiento del sistema hospitalario.
La presidenta Sheinbaum recalcó que la decisión de enfocar el IEPS en bebidas azucaradas y edulcoradas responde a la evidencia científica sobre su relación directa con diabetes e hipertensión, y aseguró que la medida forma parte de una política integral que busca transformar hábitos de consumo y reforzar la cultura de prevención.
