Un grupo de voluntarios de un centro de rehabilitación fue detenido en Comalcalco tras ser acusados de secuestro por un joven adicto que intentaban internar.
Un inesperado giro judicial detuvo a voluntarios de un centro de rehabilitación. Acusados de secuestro por un paciente que intentaban internar, su misión de ayuda se transformó en un grave problema legal. El joven, en un acto desesperado por evitar la anexión, también implicó a su propia familia.
El suceso, en la ranchería Oriente, poco antes de las dos de la tarde. Un operativo de los tres órdenes de gobierno, detectó un vehículo particular que transitaba a gran velocidad, siendo este el motivo por el cual le marcaron el alto.
Minutos antes, Ángel Alfredo, José Francisco, Jesús Antonio, Luis Gerardo, Luis Enrique y Cruz Alberto, miembros de un centro de rehabilitación, respondieron a un llamado de auxilio. Una familia, exhausta por las adicciones de un joven de 35 años, solicitó su intervención para internarlo en el centro.
QUERÍAN AYUDAR
El equipo se dirigió al sector de transporte Peralta, donde la familia señaló al adicto, visiblemente intoxicado. Tras ser sometido, lo subieron a un coche blanco. Sin embargo, el paciente, en su afán de evitar la anexión, forcejeaba.
En la carretera rumbo a la cabecera municipal, el vehículo fue interceptado por oficiales. Aunque los seis miembros del equipo se identificaron, el adicto los acusó inmediatamente de secuestro. Su inesperada denuncia cambió el rumbo de la situación.
Poco después, los padres del paciente llegaron en otro coche, respaldando la versión de los voluntarios. No obstante, la declaración de la supuesta víctima escaló la situación, implicando incluso a sus propio familia.