El nombre de Anastasia Lechtchenko Masney, la joven de origen ruso, acaparó todos los reflectores internacionales luego de que fuera acusada de asesinar y descuartizar a su madre y a su hermana menor, argumentando que la razón era porque eran brujas y la tenían embrujada. El crimen ocurrió en Tijuana en el año 2015.

Aparentemente la vida de Anastasia era normal: vivía con sus padres y su pequeña hermana. Yuliya e Igor Lechtchenko llegaron a México en el año 1995, como parte del elenco del Circo Ruso, pero se habrían enamorado del país y decidieron quedarse a vivir aquí y formar una familia. Primero radicaron en San Luis Potosí, pero después se trasladaron a Tijuana, Baja California.

Yuliya se desempeñaba como profesora, daba clases de ruso a niños, mientras que su esposo encontró trabajo como entrenador de gimnasia en el Centro de Alto Rendimiento (CAR).

Anastasia habría nacido en el año 1995. Doce años después nació Valeria, quien padecía autismo. De acuerdo con los medios de circulación nacional, los vecinos aseguraron que eran una familia amorosa y cuidadosa con sus hijas.

Pero todo dio un terrible giro el 11 de junio de 2015, cuando los vecinos alertaron a la policía sobre un olor fétido proveniente de unas bolsas negras cerca de la casa de la familia Lechtchenko. Cuando las autoridades arribaron, encontraron los cuerpos de Yuliya Masney Safonchik, de 47 años, y de Valeria Lechtchenko, de 12 años de edad, madre y hermana de Anastasia.

Anastasia Lechtchenko asesinó a su madre y a su hermana de 12 años porque «eran brujas»

La joven Anastasia habría sido interrogada por la policía y habría revelado que ella misma le quitó la vida a su madre y hermana debido a que practicaban brujería y la tenían embrujada. Los medios de comunicación informaron que el asesinato fue brutalmente violento, ya que además de asesinarlas las habría ahorcado, apuñalado y sacado el corazón para luego dejar sus restos en las bolsas.

“Tenía tiempo que mi mamá se dedicaba a la brujería, y mi hermana era una muñeca, su aliada, títere. Y para que no continúen esos trabajos también hay que matarla. A ese espíritu maligno, hay que cortarle partes inferiores”, declaró Anastasia Letchenko.

Aunque se desconoce la fecha exacta del asesinato, su padre, que trabajaba en una Universidad de Baja California, se trasladó al tener conocimiento del terrible doble homicidio. Los vecinos señalaron que desde el 7 de junio no veían a la joven y a la matriarca de la familia.

Pese a que la joven confesó el crimen, no fue detenida sino hasta días después. Durante el proceso legal, la defensa de Lechtchenko denunció que la confesión había sido obtenida bajo tortura y abuso sexual.

Anastasia Lechtchenko fue recluida en una cárcel de Tijuana desde su arresto. Aunque en 2022 se anunció que el caso llegaría a su fin y que posiblemente daría un giro debido a que su abogado argumentó que encontraron rastros de ADN de otro hombre en las armas punzocortantes que utilizaron para asesinar a Yuliya y Valeria, no se dio a conocer nueva información sobre el tema.