El impacto fue tan violento que el volante se desprendió por completo, salió volando y terminó a aproximadamente 15 metros del lugar del accidente.
En Arizona, Estados Unidos, una niña de 13 años protagonizó un inusual episodio luego de haber manejado ebria un automóvil robado, que acabó chocando violentamente contra un árbol mientras era acompañada por otro menor de 11 años que viajaba en el asiento del pasajero, según comunicaron funcionarios estatales.
A pesar de la gravedad del accidente de carretera, ambos niños sufrieron lesiones que no ponían en riesgo su vida y fueron trasladados de inmediato a un hospital cercano para recibir atención médica de urgencia la madrugada del martes 30 de septiembre, tal y como comunicó el Departamento de Seguridad Pública de Arizona (AZDPS, por sus siglas en inglés). El vehículo había sido robado del Departamento de Policía de Flagstaff (FPD).
Tras cruzar en sentido contrario la mediana de la carretera interestatal 40 cerca del condado de Flagstaff y darse a la fuga a más de 160 kilómetros por hora, la niña presuntamente se subió a la barandilla, volcando el carro varias veces, hasta que se estrelló de lleno contra un árbol.

Un violento impacto que no dejó heridos de gravedad
Autoridades del departamento afirmaron que el impacto fue tan severo que el volante se desprendió mientras el vehículo aún rodaba por el asfalto y fue «expulsado» a cerca de 15 metros de donde aterrizó la camioneta del FPD.
Tras recibir atención médica, los especialistas descubrieron que la concentración de alcohol en la sangre de la niña de 13 años era de 0.183, mientras que el límite legal en el estado, con el que los conductores mayores de 21 pueden ser acusados por manejar bajo influencia de los efectos del alcohol es de 0.08.
«En Arizona, si tiene 21 años o más, puede ser acusado de conducir bajo los efectos del alcohol (DUI) si su concentración de alcohol en la sangre es superior al 0.08 por ciento. Si lo detienen y, según una prueba de sobriedad en campo, se le realizará una prueba química. Negarse a realizar la prueba puede resultar en la suspensión de su licencia de conducir por un año si es su primera infracción», detalla el AZDPS en un artículo en línea sobre conducción bajo efectos del alcohol.

Ya iniciaron una investigación para saber qué pasó
Las sanciones por manejar bajo influencia del alcohol incluyen un mínimo de 24 horas a 10 días en prisión en caso de ser la primera infracción, un mínimo de 30 a 90 días si es la segunda y al menos 4 meses si fuera la tercera infracción, además de multas que van desde los 250 hasta los 750 dólares, dependiendo del número de reincidencias.
Agentes del AZDPS observaron que la niña de 13 años contaba con seis de seis signos de intoxicación antes de que fuera trasladada de emergencia al hospital. «Estamos agradecidos de que los niños estén bien, pero esto pudo haber terminado mucho peor. Conducir sin permiso y beber alcohol siendo menores de edad es extremadamente peligroso. Hable con sus hijos sobre los peligros de beber alcohol y conducir sin licencia», detallaron los funcionarios.
Según reportó la revista estadounidense People, un portavoz del AZDPS dijo que aún llevan a cabo una investigación para esclarecer los motivos de la colisión.


