Diputados deberán asistir presencialmente tras polémica por ausentismo de Cuauhtémoc Blanco

La Cámara de Diputados ordenó que las sesiones de esta semana sean totalmente presenciales, luego de una ola de críticas por el ausentismo de legisladores, especialmente tras el caso de Cuauhtémoc Blanco Bravo (Morena), quien ha sido señalado por su escasa participación en el recinto legislativo.

Esta decisión marca el fin de más de cuatro años de sesiones virtuales, instauradas originalmente durante la pandemia de covid-19, bajo un reglamento de emergencia que permitió el trabajo remoto para evitar contagios.


Fin del “Reglamentillo” y regreso a la presencialidad

El acuerdo fue adoptado por la Junta de Coordinación Política (Jucopo), que determinó que todos los diputados deberán asistir físicamente a las sesiones de esta semana, una medida que podría extenderse para lo que resta del periodo legislativo.

Desde septiembre de 2021, el llamado “Reglamentillo” permitió a los legisladores participar de manera virtual en la segunda sesión semanal. Su aplicación era temporal y respondía a la contingencia sanitaria, con el objetivo de reducir riesgos de contagio entre diputados y personal administrativo.

Sin embargo, pese a que la emergencia sanitaria fue superada, muchos diputados continuaron ausentándose del recinto, conectándose de forma remota o dejando de participar en comisiones clave. Esta práctica fue duramente cuestionada por la opinión pública y diversos partidos de oposición, que acusaron falta de compromiso y negligencia legislativa.


Cuauhtémoc Blanco en el centro de la controversia

El caso que encendió el debate fue el del exfutbolista y actual diputado Cuauhtémoc Blanco, quien ha sido criticado por su ausentismo constante en comisiones y sesiones plenarias.

Diversos medios reportaron que Blanco ha faltado a la mayoría de las votaciones y apenas ha participado en debates legislativos desde que asumió el cargo. La polémica creció luego de que se difundieran imágenes del legislador en actos públicos y deportivos mientras el Congreso sesionaba.

Ante el escándalo, la Jucopo decidió retomar la presencialidad total, subrayando que los diputados deben “cumplir con su obligación constitucional” de asistir a las sesiones.

La presidenta de la Mesa Directiva, Kenia López Rabadán (PAN), afirmó que la decisión busca restaurar la seriedad y la disciplina en el trabajo parlamentario.

“Todos los diputados habrán de venir a trabajar de manera presencial… estamos obligados a dar un debate respetuoso y las sesiones serán absolutamente presenciales”, señaló la legisladora.


Nuevas reglas para las sesiones

De acuerdo con la instrucción de la Junta de Coordinación Política, las sesiones del martes y miércoles deberán realizarse con la presencia obligatoria de todos los integrantes de la Cámara de Diputados.

La vicecoordinadora de Morena, Gabriela Jiménez Godoy, notificó a su bancada sobre la resolución, recalcando que la participación virtual quedaba suspendida.

En la agenda legislativa inmediata, la sesión del martes estará dedicada a discutir la ley de delitos ambientales, mientras que el miércoles se abordará la nueva ley general contra la extorsión, temas considerados prioritarios por los grupos parlamentarios.

El regreso total a la presencialidad implica también mayor control de asistencia, lo que podría repercutir en sanciones o llamados de atención para los diputados que falten sin justificación.


Reacciones y expectativas

La medida ha sido recibida con opiniones divididas. Algunos legisladores de oposición celebraron la decisión como un paso necesario para recuperar la credibilidad del Congreso, mientras que otros señalaron que el trabajo remoto había permitido eficiencia y ahorro de recursos.

Organizaciones civiles que monitorean la actividad legislativa coincidieron en que la presencia física es indispensable para garantizar la transparencia y el debate democrático. Sin embargo, advirtieron que no basta con asistir, sino con participar activamente en las discusiones y votaciones.

Por su parte, ciudadanos en redes sociales reclamaron que los diputados deberían rendir cuentas públicas sobre sus asistencias y votaciones, recordando que “el trabajo legislativo no es opcional ni simbólico”.


La Cámara de Diputados vive un punto de inflexión tras años de dinámicas híbridas que favorecieron la falta de participación de algunos legisladores. Con la decisión de volver a la presencialidad total, se busca recuperar la disciplina institucional y reforzar la rendición de cuentas ante la ciudadanía.

El caso de Cuauhtémoc Blanco sirvió como detonante para poner sobre la mesa una discusión más profunda: la necesidad de que quienes ocupan un cargo público cumplan su mandato con presencia y responsabilidad.

Si la medida logra consolidarse, podría marcar el fin definitivo del ausentismo digital y el inicio de una etapa más activa, transparente y comprometida en el Congreso mexicano.